Preguntas para comenzar

Para lograr un progreso significativo en desafíos altamente complejos, es útil para usted y sus socios tener claras cuatro preguntas clave:

Práctica: ¿Qué estamos tratando de lograr?
Desarrollo de capacidades: ¿Cómo necesitamos crecer y desarrollarnos, individual y colectivamente?
Comunidad: ¿Quién es el "nosotros"— las personas que necesitan ser parte de nuestro proceso de cambio y que forman parte del sistema más amplio en el que buscamos influir, incluidas aquellas que a menudo olvidamos incluir?
Investigación: ¿Qué estamos tratando de aprender, especialmente que podría ayudar a otros más allá de nuestro grupo y entorno inmediato?

Nos referimos a esta imagen y estas áreas de análisis como el mandala del Cambio Sistémico. Comience con lo que estas preguntas significan para usted individualmente, luego para su equipo, organización y el sistema que le interesa. Según sus respuestas, revise la lista de Módulos. ¿Destaca algún área en particular para que se concentre en ella primero mientras usted y sus socios comienzan a abordar su problema? Si es así, avance a través de los temas en esa área. Si la respuesta es "no" y usted o su equipo desean:

Desarrollar nuevas o actualice sus capacidades, vaya a la Biblioteca de Herramientas.
Aprender cómo otros pueden haber abordado algo similar, vaya a las Historias de Práctica.
Interactuar con otras personas y organizaciones, vaya a Enlaces de la Comunidad.
Acceder a material adicional sobre algunas de las herramientas y prácticas, vaya a la Lista de Recursos.

Navegando por Todas las Facetas

Es natural que la energía de las personas sea más fuerte en algunas de estas preguntas que en otras. Por ejemplo, la mayoría de las iniciativas de cambio están motivadas por problemas prácticos y aspiraciones. Pero para un genuino cambio sistémico, todas las facetas del mandala son finalmente necesarias. Piensa en ello como una brújula. Usted no necesita dirigirse en todas las direcciones al mismo tiempo, pero tarde o temprano en un viaje complejo, deberá navegar por todas ellas. Aceptar las cuatro dimensiones puede ser un desafío porque significa mantener las tensiones naturales que surgen entre ellas, como:

Las demandas pragmáticas de la práctica versus los objetivos más a largo plazo y conceptuales de la investigación.
Las profundas aspiraciones personales que impulsan el desarrollo de capacidades versus las presiones sociales de conservar las relaciones para apoyar el desarrollo de la comunidad

Estas tensiones no son necesariamente malas. De hecho, aprender a aceptarlos puede generar energía para un cambio real.